Una lucha entre comerciantes
Desde hace cinco años aproximadamente una parte importante del Persa Bío Bío, específicamente el sector gastronómico, se ha visto involucrado en discusiones y pugnas. Éstas, debido al desigual pago de patentes que tienen vendedores de locales establecidos y los que lucran en carros.
Son las nueve de la mañana en el Persa Bío Bío y es cuando la mayoría de los vendedores deciden abrir sus locales. Desde los que comercian con muebles a los que venden comida. La gran mayoría de ellos son familiares y amigos, existe una muy buena relación entre todos, excepto entre los comerciantes de comida rápida.
Este conflicto viene desde hace cinco años aproximadamente, ya que después de la medida tomada en 1995 por el alcalde Jaime Ravinet, de sacar a todos los comerciantes ambulantes del persa (calle Placer). Se ha decidido permitir la venta de productos en carros, pagando 30 mil pesos mensuales a la municipalidad.
La causa de este conflicto es porque los comerciantes de locales establecidos han manifestado su molestia a la municipalidad. Argumentando que ellos tienen que pagar 80 mil pesos para vender en sus locales, mientras que los ambulantes sólo cancelan 30 mil pesos; y muchas veces tienen los mismos ingresos. “Encuentro muy injusto que los que venden en carritos les cobren menos de la mitad de lo que hay que pagar por la patente de un local, y muchas veces ganan 60 mil pesos más o menos, que es lo que hacemos diariamente. Con esto hemos bajado como el 15 por ciento de nuestros ingresos”. Cuenta Claudio Morales, vendedor del local de jugos naturales “Paraíso Tropical”.
Son 23 las personas que conforman el grupo que reclama por los pagos de las patentes. Se juntan de vez en cuando a conversar del tema, pero en estos años nunca han tomado acciones en conjunto para hacer un reclamo formal a la municipalidad. Sólo se han quejado individualmente. Sin embargo, estos últimos meses han recolectando firmas entre las personas que están en desacuerdo con esto, para luego presentar el documento junto a una carta a la municipalidad. “Espero que con la carta que vamos a mandar dentro de estos meses, la situación cambie y volvamos a vender lo que vendíamos hace algunos años. Cuando íbamos de a tres o cuatro a quejarnos, siempre nos decían que era correcto lo que nos cobraban porque nosotros teníamos el derecho de tener sillas y mesas para los clientes. Aún así lo encuentro injusto, porque al final ganan lo mismo que nosotros, pagando menos”. Afirma Silvia González, vendedora de “A la plancha” (local de comida rápida).
Pero la opinión que tienen los vendedores ambulantes es totalmente distinta. Según ellos la igualdad de ingresos que tienen, es por los precios que ofrecen. “Nosotros no les estamos robando los clientes como dicen. Pagamos igual que ellos para poder vender. Lo que pasa es que nosotros vendemos los jugos a 700 pesos, mientras que ellos lo hacen a 1000 pesos. Eso es negocio, están reclamando por reclamar”. Afirma Jonhy Tapia, vendedor ambulante de jugos naturales.
Los demás vendedores del Persa no le dan mucha importancia al asunto, pero afirman que hay veces que se pelean los clientes. “La verdad no me importa mucho sus peleas, mientras no afecte mi negocio. Pero hay ocasiones que se pelean por los clientes. Unos dicen que sus precios son más baratos, otros dicen que es más rico tomárselo sentado, así se llevan todo el día. Ojalá que ahora con las firmas que andan recolectando se solucione todo para ellos”. Relata Marta Mendoza, vendedora de ropa.
